editorial

El Alcalde de la ciudad, ha manifestado su preocupación ante los efectos que podría causar a la zona, una nueva ola migratoria proveniente de la vecina Venezuela.

Esta preocupación se centra en los resultados que la masiva llegada de migrantes irregulares generará en la ya menoscabada infraestructura médica y social desplegada por el gobierno central.

Más allá de entender que la ciudad es sólo uno de los pasos utilizados en su travesía hacia la capital o incluso hacia otros países como Ecuador, Chile y panamá, este último como ruta hacia los Estados Unidos, la suma de problemas que se generan no son menores.

La autoridad edilicia sustenta sus aprehensiones en los tensos momentos que vive Venezuela desde la llegada de la flota norteamericana a las costas caribeñas y la manifiesta postura en contra de parte del régimen de Maduro.

Otro frente que convulsiona la situación político-social venezolana es la reciente entrega del premio Nobel de la Paz a la opositora María Corina Machado, lo que ha venido a generar nuevos enfrentamientos entre las facciones políticas de ese país, viéndose incrementado por la purga que el régimen sigue llevando a cabo, desde ya hace un año, en las Fuerzas Armadas y la Policía. Entes que, hasta hace pocos días, se creía que eran el bastión que sustentaba a las actuales autoridades. Esta situación viene a tender un manto de duda sobre el rol que están cumpliendo los mercenarios y ejércitos privados conducidos desde el Ministerio del Interior, constituidos, especialmente, por ex combatientes de las guerrillas colombianas.

A lo anterior, viene a sumarse la falsa denuncia hecha por Caracas sobre un plan de ataque con bombas a la legación norteamericana en esa ciudad, la que ha sido catalogada como como una operación de “bandera falsa” (false flag) El gobierno de Nicolás Maduro denunció que este plan habría sido orquestado, según sus declaraciones, por grupos “extremistas” vinculados a la oposición, pero al mismo tiempo insinuó que podía tratarse de una operación preparada por actores externos para culpar al propio gobierno venezolano y así crear un pretexto de intervención o sanciones internacionales

Este poco auspicioso panorama, también ha generado preocupación en otros países del continente, en especial, como se mencionará, en aquellos que son el destino de miles de migrantes obligados que huyen de Venezuela en búsqueda de mejores condiciones de vida y, por sobre todo, de mayor seguridad. 

Muestra de lo señalado son las declaraciones sostenidas por la autoridad chilena del Ministerio del Interior, al término del primer semestre del 2024, en la que manifiestan “Nos tenemos que preparar”.

Otro punto que considerar en esta ecuación son las medidas adoptadas por las nuevas autoridades migratorias de EE.UU. las que han endurecido los controles en el acceso a ese país, lo que ha generado desacuerdos con la presidenta mexicana.